Manteniendo el ritmo del mes pasado, ya puedo añadir cuatro títulos más a mi lista de leídos y quitarlos de mi eterna lista para leer^^
Por fin, por fin, por fin, pude ponerme manos a las páginas con Clockwork Princess, de la trilogía precuela de Cazadores de Sombras, de Cassandra Clare. Al final, me salté la relectura de los libros anteriores, porque sino no iba a leerlo nunca. Espero poder ponerme en serio con ello en el verano, porque después del desenlace de infarto de la trilogía, valdrá la pena revivir toda la historia de principio a final. Aunque eso sí, no estoy muy contenta con este libro. Esperaba que me rompiera el corazón y me hiciera reír tontamente como Clockwork Prince, pero se ha quedado a medias y el final... No me ha convencido. Esperaba mucho más, y puede que allí resida mi mayor problema: esperaba que superara al anterior libro, lo que viene a ser esperaba demasiado.
Entre tanta literatura juvenil, con amores puros e inocentes, decidí subir un poco el termómetro con un poco de fantasía urbana para adultos y una saga que me enamoró en sus primeros volúmenes, Anita Blake, de Laurell K. Hamilton. Con esta saga tengo dos serios problemas: primero, que hace unos cuantos libros perdió el espíritu y encanto de sus inicios; y segundo que parezco incapaz de aprender a alejarme de las sagas una vez comenzadas, torturándome una y otra vez con personajes que ya no disfruto tanto como antes y que empiezan a repetirse demasiado. Mea culpa. Si alguien quiere leer los primeros libros, adelante, vale la pena. Mi consejo es acabar en el quinto; después de allí todo es debacle con algunas excepciones (como los libros en los que Edward -que nada tiene que ver con el vampiro de brillantina- hace acto de presencia y da un toque diferente a la historia). Por descontado que el número 21 no lo recomiendo...
Después de semejante decepción no pude resistir la tentación de volver a la novela juvenil que tantas alegrías me ha dado últimamente. Aunque Shiver (Temblor en español) no estaba en mi lista de prioridades, era el libro ideal para un reto y me puse con él. ¡Qué sorpresa! Acabé encantada con Grace, una protagonista que no se esconde en la sombra de su príncipe azul, sino que piensa por sí misma y es independiente a rabiar. Sam es encantador y los problemas a los que se enfrentan son toda una prueba para su naciente romance (que es un tanto precipitado quizás, pero aceptable). Maggie Stiefvater ya me había cautivado con su prosa en The Raven Boys y fue en parte por ello que decidí darle una oportunidad a los lobos de Mercy Falls, algo raro porque los hombrelobos no son de mi preferencia, aunque empiezo a cambiar de idea...
Como el final de Shiver me dejó con el corazón en la mano (para bien), no pude resistirme a la tentación de leer la continuación, Linger (Rastro), en donde conocemos a algunos personajes nuevos y podemos conocer mejor a otros presentados en el primer libro. Puede que se pierda un poco la magia de la novedad del primer libro, pero sigue manteniendo un encanto especial, en gran parte por la aparición de Cole que pondrá en jaque a más de uno.
Y, aunque aún no lo haya acabado, ya estoy con Forever (Siempre), la novela que cierra la trilogía y promete un desenlace de los que dejan huella.
Así que esto ha sido el mes de mayo. Marcado por el final de una de mis trilogías favoritas, mi desencanto con una serie que adoré en sus inicios, y el descubrimiento de una nueva trilogía que se está ganando página a página un lugar entre mis predilectos.
¿Con qué lecturas han disfrutado ustedes este último mes?
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